Muerte del Presidente de la Republica






      A las 4:25 minutos de la tarde de este martes 5 de marzo de 2013 falleció el Presidente de la República Venezolana Hugo Rafael Chávez Frías de tan solo 58 años de edad, tras la lucha concurrente con el cáncer que se le detectó.




  



          Así fue como describieron al comandante
        
   
            


Desde que Hugo Chávez partió el 10 de diciembre del 2012 a Cuba para someterse a una cuarta operación de cáncer, no fue visto ni oído; el vicepresidente Maduro se convirtió en el principal portavoz de las decisiones atribuidas a Chávez. Su muerte deja consternados a sus seguidores, las muestras de dolor que expresan en la calle son evidentes, lo consideran el guía, el maestro.
A nivel nacional e internacional todos los periódicos, incluso, llama la atención, especializados en economía o deportes, también engalanan sus portadas con la imagen de Chávez y el titular de su muerte, ocurrida según Nicolás Maduro, este martes 5 de marzo a las 16:47 horas.
Y el gobierno anuncia que el cuerpo de Hugo Chávez será embalsamado. Seguramente la presencia del especialista italiano en Cuba, Massimo Signoracci, médico patólogo, quien ha cumplido esa delicada tarea con los cadáveres de los dos últimos papas: Juan Pablo I y Juan Pablo II, tiene que ver con todo este tema. Su familia tiene una larga tradición en el área y sus servicios han sido solicitados durante siglos por monarquías y castas de reyes. Ellos poseen una fórmula secreta que los ha hecho famosos, se dice que los costos para estos trabajos son enormes. Dándose el lujo de solo trabajar con un caso cada 4 años.
Los regímenes revolucionarios les encantan eternizar a sus dioses. Al no poder contender con Jehová en el campo espiritual, lo imitan haciendo que sus protagonistas queden perennizados dentro de una casa de cristal. Son cuerpos inertes que tienen la mirada lánguida que se transforma en la soledad infinita de los muertos. Desde allí pueden ser observados en los primeros tiempos por los ojos llorosos de sus fieles, paulatinamente el ritmo de vida irá colocando a cada uno en su sitio. Los avatares diarios te van contrastando con lo real y lo etéreo va debilitándose hasta volverse reminiscencias. Cuando el seguidor prefiera una película repetida que contemplar su pasado, allí terminará muriéndose en el recuerdo quien de verdad lo está. Nadie podrá consultar al hombre atrapado en la caja de cristal, quedando solamente para refrendar discursos inflamados de la llama patria. Quien anhele recoger las banderas del socialismo llegará hasta el sarcófago para buscar aliento para sus expectativas.

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